MENORÁ Y JANUQUIÁ

La menorá es un candelabro o lámpara de aceite de siete brazos, considerado uno de los elementos más antiguos señalados en la Escritura, ya que representa los arbustos en llamas que vio Moisés en el Monte Sinaí. Por su parte, Januquiá es un candelabro que no tiene siete, sino nueve brazos.

Redacción, Veracidad News

La Biblia describe la menorá como un candelabro con siete brazos, cada uno con su luminaria, hecho de oro macizo que fue empleado en el Tabérnaculo, santuario portátil realizado por Moisés en el desierto, por instrucción de Dios y años más tarde, en el templo de Jerusalén. Para la menorá se empleaba aceite de oliva del más puro, el cual era colocado a diario para mantener vivas sus siete luminarias.

Consistía en una base que soportaba una caña principal o eje vertical del cual se desprendían seis brazos, tres de cada lado. El candelabro era una unidad de oro puro, macizo y labrado a martillo.

La Biblia indica que Dios le reveló el diseño de la menorá a Moisés y describe la construcción de la misma en el versículo Éxodo 25:31-32 “Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo. Y saldrán seis brazos de sus lados; tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos al otro lado”.

El candelabro con sus siete brazos representan:

1.-El Espíritu de Yahvé

2 y 3- El Espíritu de Sabiduría y de Inteligencia de Dios

4 y 5- El Espíritu de Consejo y Poder de Dios

6 y 7- El Espíritu de Conocimiento y de Temor a Yahvé

La menorá es también un símbolo estrechamente asociado con la fiesta de Janucá, la Fiesta de las Luminarias en el calendario hebreo. En Janucá se emplea un candelabro que no tiene siete, sino nueve brazos. Es llamado Januquiá.

Los cuatro brazos en cada lado representan los ocho días de celebración del milagro del aceite, mientras que el del medio, conocido como shamash, se usa para encender los demás. Aunque este tipo de candelabro es llamado januquiá, también a veces se lo denomina menorá de jánuca. Llamarle solo menorá es inapropiado, porque da lugar a equívocos, ya que representa a Dios

La tradición habla de un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba sólo para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado Januquiá.

Para evitar ambigüedades y diferenciarla del candelabro de siete brazos, es preferible denominar januquiá al candelabro de nueve brazos, cosa que establece una diferencia entre ambos a partir de considerar que la cantidad de brazos de cada uno de ellos no es la misma. De esto resulta que los términos januquiá y menorá de jánuca pueden ser empleados y entendidos como sinónimos.