El libro de Proverbios, además de interesante, entre sus páginas se encuentran plasmadas una infinidad de enseñanzas que ayudan a resolver las distintas preocupaciones que afectan nuestro día a día.
Es la sabiduría lo que está en el escenario central de esta obra, una grande y divina sabiduría, que trasciende el total de la historia, los pueblos y las culturas. Aún una lectura superficial de este magnífico tesoro revela las sustanciales palabras del sabio rey Salomón que son tan relevantes ahora como lo fueron hace unos tres mil años.
El rey Salomón es el principal autor de Proverbios. Su nombre aparece en proverbios1:1, proverbios 10:1, y proverbios 25:1.
Los proverbios de Salomón fueron redactados alrededor del 900 a.C. Durante su reinado como rey de Israel, la nación alcanzó su clímax espiritual, política, cultural, y económicamente.
El propósito principal de la escritura es el conocimiento y la sabiduría. Salomón interpreta la mente de Yahweh en asuntos altos o sublimes, también en situaciones comunes, ordinarias, y cotidianas.
Dentro de sus treinta y un capítulos de este libro, se encuentra en su contenido un innegable sentido práctico para las respuestas racionales y sensibles a toda clase de dificultades complejas.
Al parecer ningún tema escapó la atención del rey Salomón. Asuntos pertenecientes a la conducta personal, relaciones sexuales, negocios, riqueza, caridad, ambición, disciplina, deuda, crianza de los hijos, carácter, alcohol, política, venganza, y bondad están entre muchos otros tópicos tratados en esta rica colección de dichos sabios.
El tema de la sabiduría y su necesidad en nuestras vidas. En Proverbios somos continuamente exhortados a buscar la sabiduría, adquirirla y entenderla.
Proverbios 1:7: “El temor de Yahweh es el principio del conocimiento; los necios deprecian la sabiduría y la instrucción”.
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.