Redacción, Veracidad News
El ataque se dio con bombas, tratándose del más reciente de una serie de ataques contra la minoría cristiana del país, que representa el 10% de la población y ha sido blanco de extremistas islámicos en varias ocasiones.
Autoridades informaron que en el primer ataque, una bomba explotó en la iglesia de San Jorge en la ciudad de Tanta, matando al menos a 27 personas e hiriendo a unas 78.
Horas más tarde, ocurrió una explosión en la ciudad costera de Alejandría, cuyo saldo fue de por lo menos 16 personas fallecidas y 41 heridas.
Los ataques incrementaron el temor de que los extremistas islamistas, que llevan tiempo luchando contra las fuerzas de seguridad en la Península de Sinaí, puedan cambiar su foco hacia los civiles.
Ante esto, el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico se responsabilizó de ambas explosiones, mismo que ha atacado a los coptos en Egipto y ha amenazado con realizar más altercados.
El presidente Abdul Fattah al-Sisi declaró estado de emergencia durante 3 meses y pronunció un discurso desafiante en el palacio presidencial después de una reunión del consejo de defensa nacional para discutir las explosiones.
Advirtió que la guerra sería “larga y dolorosa”, y dijo que el estado de emergencia entraría en vigor después de que se tomasen “medidas legales y constitucionales”. La mayoría del parlamento apoya a Sisi.
El presidente ordenó también el despliegue de los militares en todo el país para proteger “la infraestructura vital e importante”.
