¡Ayuda al necesitado como lo hizo Jesús!

Uno de los fines del Señor al crearnos a su imagen y semejanza fue buscando, precisamente, que imitáramos sus acciones buenas.

Redacción, Veracidad News

“Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Tan importante es esto para Dios, que lo dejó estipulado como un mandamiento en el libro de Mateo, capítulo 22, versículo 39. Uno de los fines del Señor al crearnos a su imagen y semejanza fue buscando, precisamente, que imitáramos sus acciones buenas.

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Efesios 2:10.

Proveniente del latín, adiutare; ayudar significa brindarle una cooperación, auxilio o asistencia a una persona que lo necesita. Existen innumerables tipos de ayuda de acuerdo con el contexto de la situación, ya que el ser humano es un ser social y siempre establece vínculos con sus semejantes.

“Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros”. Gálatas 5:13.

Todas las personas, en algún momento de nuestras vidas hemos brindado o recibido ayuda; situación que nos permite no solo dar auxilio a algún necesitado, sino que al realizar una buena acción, la estamos haciendo también para el Señor.

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”. Colosenses 3:23-24.

Sin embargo, al brindar una ayuda, debemos hacerlo de corazón y no esperando recibir algo a cambio; “Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”. Mateo 6:2.

Y es que aunque pueda parecer lo contrario, es más satisfactorio ayudar a alguien que recibir un socorro; “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”. Hechos 20:35.

De esta manera, estaremos agradando al Señor; “Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”. Hebreos 13:16.