Cinco datos que no conocías de la vida de Jesús

DATOS_EXTRA_DE_LA_VIDA_DE_JESÚS

Hay una cueva en la costa, no muy lejos de Cafarnaúm, donde se cree que Jesús pudo haber orado.

Redacción / Veracidad News

Pese a que seguramente eres un buen cristiano, es probable que aún no sepas estos cinco datos extra de la vida de Jesús.

1) Lo primero que debes saber es que él provenía de un pueblito en medio de la nada.

Casi todos los arqueólogos de hoy en día están de acuerdo en que la ciudad de Nazaret tenía solo entre 200 a 400 habitantes.

En el Evangelio de Juan, en la cita Juan 1:46  hace referencia a cuando un hombre llamado Natanael oye que el mesías es “Jesús de Nazaret”, y se pregunta: “¿De Nazaret puede salir algo de bueno? ” En ese momento está tratando sin respeto al pueblo despreciable que permanece apartado de Jesús.

DATOS_DE_LA_VIDA_DE_JESÚS

2) Otro dato que debes saber es que al ser Jesús Dios mismo hecho hombre, todo lo sabía.

Sabía que Judas iba a entregarlo a  los jefes de los sacerdotes y a los capitanes del templo. también conocía el corazón de las personas, y así como crecía humanamente en estatura, lo hacía en sabiduría y en gracia para con Dios y con los hombres.

 

3) Además, trabajó duro. Desde los 12 años y hasta los 30, Jesús trabajó en Nazaret como carpintero. “¿No es éste el carpintero?”, dicen las multitudes asombradas cuando comienza a predicar. La palabra que se usaba para la profesión de Jesús en el griego original es tekton. La traducción tradicional es “carpintero”. Sin embargo, la mayoría de los académicos contemporáneos dicen que la descripción de ese oficio es más parecida a la de un artesano corriente y algunos incluso lo traducen como “jornalero”. Un tekton podría haber hecho puertas, mesas, bases para lámparas y arados. Pero probablemente también construyó paredes de piedra y ayudó con la construcción de viviendas. Era un trabajo duro que conllevaba acarrear herramientas, madera y piedras por toda Galilea. Lo que quiere decir que durante 18 años, Jesús trabajó, y trabajó duro.

 

4) El cuarto punto es que “Jesús necesitaba tiempo para estar a solas y en oración”.

El evangelio frecuentemente habla sobre la necesidad que Jesús tenía de “alejarse” de las multitudes y hasta de sus discípulos. Hoy en día, el Mar de Galilea, donde Jesús llevó a cabo gran parte de su ministerio, puede observarse lo cerca que estaban las ciudades y cuan natural debió haber sido para las multitudes entusiastas “presionar” a Jesús, como los Evangelios lo describen.

 

Incluso hay una cueva en la costa, no muy lejos de Cafarnaúm, su base de operaciones, donde se cree que Jesús pudo haber orado.

 

Se llama la cueva “Eremos”, de la palabra usada para

“desolado” o “solitario”, de la cual obtenemos la palabra “ermitaño”. Aunque Jesús es el hijo de Dios, necesitaba de un tiempo a solas para hablar con el Padre.

 

5) Finalmente, Jesús no temía a la muerte.

Aunque es verdad que a medida que se acercaba  su muerte  oraba en el huerto del Getsemaní, Jesús dice, “Pasa de mí esta copa”. Es una oración contundente dirigida al padre, a quién el cariñosamente llamaba Abba.

 

A diferencia de la forma en que algunos creyentes retratan a Jesús como queriendo cortejar a la muerte, e incluso desearla como cualquier ser humano, la idea de la muerte es aterradora.

 

“Mi alma está muy triste hasta la muerte”, dice. Jesús no tenía temor a la muerte, sino a ser separado del padre.

 

En otras palabras, “Estoy tan triste que siento como que me voy a morir”. Pero una vez que Jesús acepta que ésta es la absoluta voluntad del padre, acepta morir, incluso en una cruz, por el perdón de nuestros pecados.