Dios invita a gente de toda clase a disfrutar del privilegio de acercarse a él en oración Salmo 65:2: “ Oh Tú que oyes la oración, a Ti acude toda carne”.
Pero eso no significa que escuche, o acepte, todas las oraciones. La Biblia dice que las oraciones de un hombre que trata con falta de consideración a su esposa pueden ser “estorbadas”
1 Pedro 3:7: “ Vosotros, maridos, igualmente vivid, con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como vaso más frágil, y como coherederas de la gracia de la vida, para que nuestras oraciones no tengan estorbo”
Cuando los israelitas hacían lo malo repetidamente, Dios se negaba a escucharlos. Con todo, él escucha a quienes han cometido pecados graves si se arrepienten.
Orar forma parte de nuestra adoración, por lo que solo debemos orarle a Yahweh. Además, como somos imperfectos, debemos orar en el nombre de Yeshúa, pues él murió por nuestros pecados. Nuestro Señor no quiere que repitamos oraciones memorizadas o escritas, sino que oremos de corazón.
Nuestro Creador escucha incluso las oraciones que se hacen en silencio. Y nos invita a orar en todo momento, como al comienzo y al final del día, a la hora de comer o cuando nos enfrentamos a problemas.
Vivimos rodeados de personas que no tienen fe en Dios y hasta se burlan de su promesa de traer paz a la Tierra. Esto pudiera socavar nuestros esfuerzos por acercarnos a Él. Por eso necesitamos reunirnos con otros discípulos y seguir el camino correcto, el único que nos acerca a nuestro Padre.
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.