¿Conoces la historia del profeta Amós?

Redacción, Veracidad News

Amós fue uno de los llamados profetas menores del Antiguo Testamento, nacido en el siglo VIII en Técoa, una aldea de Judá, situada 20 kilómetros al sur de Jerusalén.

De acuerdo con el inicio de su libro, el cual lleva su nombre, fue pastor y campesino: “Las palabras de Amós, que fue uno de los pastores de Tecoa, de lo que vio acerca de Israel en días de Uzías, rey de Judá, y en días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto”.

“Entonces respondió Amós y dijo a Amasías: No soy profeta ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero y cultivador de sicómoros”. Amós 7:14.

Una de las circunstancias que caracterizó al pastor fueron las visiones que tuvo; la primera de ellas se suscitó en el año 750 a.C. Mientras cuidaba su ganado, contempló una plaga de langostas que invadía el país, devorando todo a su paso y dejando los campos arrasados.

“Y aconteció que cuando acabaron de comer la hierba de la tierra, yo dije: ¡Oh Señor Yahweh, perdona, te ruego! ¿Cómo podrá resistir Jacob?, pues pequeño es. Se arrepintió Yahweh de ello: No será, dice Yahweh”. Amós 7:2-3.

Semanas más tarde, volvió a tener otra visión; una lluvia de fuego caía sobre la tierra, secaba los mares e incendiaba el país. De nueva cuenta Amós reaccionó.

“Esto me mostró el Señor Yahweh: Allí estaba el Señor Yahweh, llamando para contener con ellos con fuego; y el fuego consumió el gran abismo y consumió la tierra. Luego dije: Oh Señor Yahweh: ¡Desiste, te ruego! ¿Cómo podrá resistir Jacob?, pues pequeño es. Se arrepintió Yahweh de ello: No será esto tampoco, dice el Señor Yahweh”. Amós 7:4-6.

Desconcertado por lo que había estado pasando, Amós continuó con sus salidas al campo, en donde tuvo una tercera visión: “Me mostró esto: allí estaba el Señor, de pie sobre un muro perfectamente hecho a plomo; y en su mano tenía una plomada. Y me dijo Yahweh: ¿Qué ves Amós? Y dije: Una plomada. Y el Señor dijo: Ahora yo pongo una plomada en medio de mi pueblo de Israel; ya no lo pasaré más por alto. Los lugares altos de Isaac serán destruidos, y los santuarios de Israel serán asolados; y me levantaré con espada contra la casa de Jeroboam”. Amós 7:7-9.

Tras estos acontecimientos se dio cuenta del deterioro estructural que sufría la sociedad, y de que no había forma de enmendarla, más que destruirla totalmente y empezar de nuevo.