Redacción, Veracidad News
La Organización Mundial de la Salud, OMS, define violencia como el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad que tiene o es muy probable que tenga como consecuencia un traumatismo, daños psicológicos, problemas de desarrollo o incluso la muerte.
Por su parte, la violencia intrafamiliar, es el sufrimiento físico, sexual o psicológico que viven los integrantes de una familia, generado por alguno de sus miembros, sin importar el espacio donde ocurra.
Se caracteriza por ejercerse contra las mujeres, los menores de edad y adultos mayores, el lugar donde se realiza es en el hogar y la practican en mayor medida los hombres.
Los agresores suelen venir de hogares violentos, regularmente padecen trastornos psicológicos y muchos de ellos utilizan el alcohol, lo que produce que se eleve su agresividad.
De acuerdo con psicólogos norteamericanos, los hombres maltratadores caen en dos categorías: pitbull y cobra; el primero de ellos solamente es violento con las personas que ama, es celoso y tiene miedo al abandono; en tanto que el cobra, es agresivo con todo el mundo y propenso a amenazar con cuchillos o revólveres.
Se puede clasificar la violencia en cuatro tipos:
- Física: El agresor utiliza el miedo para paralizar a su víctima, generándole algún daño corporal, ya sea con golpes, objetos que se encuentren en el lugar del hecho o armas.
- Emocional: Tiene como objetivo fundamental, como su nombre lo indica, lastimar y herir las emociones de la persona afectada, a través de humillaciones, amenazas, prohibiciones e insultos. Al relacionarse con las emociones de la persona afectada, el agresor también puede obrar mediante la imposición y manipulación de los mismos o queriéndose mostrar de forma protectora, a partir de técnicas, que involucran frases como “es por tu bien y el de nuestra familia”.
- Sexual: El objetivo del agresor es agraviar, ofender y dominar a la persona, exhibiéndose con violencia provocadora y ofensiva.
- Económica: Se relaciona con el abuso desmedido del dominio financiero en la casa, en donde el sujeto que provoca este desequilibrio familiar impone sanciones de tipo financieras, privando a sus hijos o pareja de gozar de bienes materiales por la falta de dinero y también, no dejando que su pareja goce del beneficio del trabajo.
