Más de 4 millones de venezolanos han abandonado su país desde el año 2005 hasta la fecha, de acuerdo con datos de ACNUR, el 60% de ellos se encuentran en situación irregular.
Los motivos de la emigración fueron políticos y económicos desde el principio, pero la crisis que vive el país ha acentuado de forma dramática las salidas por voluntad de sobrevivir.
Los más de cuatro millones de ciudadanos de Venezuela, un 13 por ciento de la población del país, ha cruzado a países vecinos. La ONU ya los considera oficialmente refugiados.
La situación es delicada, por ello varios países se han unido a la causa, uno de ellos es Colombia, cuyas autoridades están poniendo todo de su parte para atender al creciente número de personas desplazadas.
Cuentan con la ayuda de otros países americanos y de organismos internacionales. La Unión Europea confirmó hace unas semanas un fondo dedicado de más de 35 millones de euros para ayuda humanitaria. Por desgracia, es necesario un esfuerzo mucho mayor para atender a todos los venezolanos que lo necesitan.
A mediados de este año (2019) una de las problemáticas en Venezuela que ha incrementado es la falta de servicios básicos, como lo son: los abastecimientos de luz eléctrica y agua.
Los habitantes de Caracas han pasado días sin suministro a agua a causa de los apagones, porque sin luz no funcionan las bombas que proveen de agua potable a la ciudad.
Por eso, la gente la busca donde sea. Hay personas que están recogiendo agua de algunos manantiales de los cerros de la capital venezolana que parecen ser limpios pero que, en realidad, son el retorno de aguas servidas de la ciudad.
En medio de las dificultades, hay quienes encuentran maneras de ayudar, como es el caso de un lavadero de coches que decidió compartir con sus vecinos el agua que tenía almacena.
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