El gobierno de China está intensificando su política de mano dura contra las congregaciones cristianas en Beijing y varias provincias chinas, destruyendo cruces, quemando biblias y ordenando que los creyentes firmen documentos renunciando a su fe, de acuerdo con una organización que monitorea el cristianismo en China.
REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.
Durante la gestión del actual presidente chino, Xi Jinping, ha habido un aumento de las presiones del régimen contra las creencias religiosas, como la retirada masiva de cruces cristianas en el este del país o numerosas medidas de limitación de la fe islámica en el noroeste, bajo la excusa de la lucha contra el yihadismo.
Dicho gobierno está intensificando su política de mano dura contra las congregaciones cristianas en Beijing y varias provincias chinas, destruyendo cruces, quemando biblias y ordenando que los creyentes firmen documentos renunciando a su fe, de acuerdo con una organización que monitorea el cristianismo en China.
Cabe mencionar que la policía clausuró un habitual lugar de culto en la ciudad de Chengdu, al suroeste de China. Esto fue parte de lo que los activistas describen como la campaña más severa contra el cristianismo en más de una década, en la cual, la policía confiscó biblias, clausuró escuelas y seminarios bíblicos, y ha arrestado pastores, esto, bajo cargos de “incitar a la subversión”, un delito que en algunos casos serios se castiga con al menos cinco años en prisión.
Otra agresión contra los cristianos fue en una región norteña china, en donde las autoridades derribaron una enorme iglesia cristiana perteneciente a una conocida comunidad evangélica, esto, como reflejo de las largas tensiones entre grupos religiosos y el gobernante Partido Comunista, oficialmente ateo. Para llevar a cabo esto, fuerzas paramilitares de la Policía Popular Armada utilizaron excavadoras y dinamita el martes para destruir la iglesia. Según testigos y activistas en el extranjero. Algunos líderes de ese templo, construido en 2009 y que había sido amenazado con anterioridad con ser demolido por no estar registrado, algunos han sido encarcelados entre uno y siete años simplemente por servir a su iglesia.
Cabe mencionar que los cristianos en China aseguran que no abandonarán su fe ni a causa de las represiones de las autoridades.
