Ser silenciosos nos permitirá a los discípulos del Señor disfrutar y apreciar su presencia en nuestras vidas, asimismo nos ayudará a ser prudentes y aprender de Él.
proverbios 11:12: “ El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo;Mas el hombre prudente calla” (versión RVR 1960).
La oración es otro factor primordial a la hora de guardar silencio, cuando hablamos con el Señor abrir nuestra boca en muchas ocasiones sobra, pues haciendo una oración en la intimidad con el Creador nuestra fe hablará por nosotros (Salmos 113).
En las profundas enseñanzas de la Biblia podemos encontrar miles de versículos en donde el silencio se encuentra relaciono con la prudencia, este tema es mencionado en los libros de Proverbios, Job, Eclesiastés, Daniel, Nehemías y Génesis perteneciente al Antiguo Testamento. Mientras que en el Nuevo Testamento este principio es citado en el libro de Mateo, Marcos, Santiago y Hechos de los Apóstoles.
En la Escritura, la prudencia aparece en primer lugar, como una propiedad de Dios: “Yo, la Sabiduría, habito con la prudencia, yo he inventado la ciencia de la reflexión. Míos son el consejo y la habilidad, mía la inteligencia, mía la fuerza” (Proverbios 8: 12-14).
La prudencia y el buen juicio van de la mano con el discernimiento, siendo acreedores de la Palabra de Dios debemos llevar a cabo Sus mandatos, sigiendo el ejemplo de Cristo Jesús, pues de nada nos sirve conocerlo, si nuestras acciones dicen todo lo contrario.
Santiago 1:26: “ Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana”, (RVR 1960).
El silencio es muy importante, pues callar en tiempos malos nos permitirá razonar mejor la situación por la que estamos pasando ( Amós 5:13).Tener sabiduría también significa ahorrarnos palabras, es decir guardar silencio, pues de espíritu prudente es el hombre entiendo(proverbios 17:27)
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.
