La Biblia menciona que nadie ha podido ver a Dios, ni aún Moisés y Abraham, hombres fieles que caminaban conforme a su Fe, quienes podían escuchar su voz, pero no mirarlo.
“Y Yahweh dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre. El entonces dijo: te ruego que me muestres tu gloria. Y Él le respondió: yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro (…) Dijo más: no podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.” Éxodo 33:17-20
La Biblia habla de que Moisés vio cara a cara a Dios, sin embargo, esa frase se refiere a que tuvo una cercanía con Dios literalmente, conversaron como lo harían dos amigos, pero Moisés no vio a Yahweh, si no que su presencia estaba allí. Por eso mismo, cuando le habló por medio de la zarza, hizo que se quitara las sandalias, porque ese lugar se volvió santo a partir de su presencia; era un simple arbusto, pero consumido en fuego por la presencia de Dios; pues La zarza era Dios y le hablaba como le hablaría a la humanidad en un futuro cuando llegó en forma de hombre para iniciar el proceso de restauración.
Dios también se comunicó con Abraham, pero, de una manera diferente; algunos versículos del capítulo 18 en Génesis, mencionan que habló cara a cara con Dios; tres hombres lo visitaron, Abraham pudo reconocer que uno era el Señor; Abraham pudo sentir la presencia de Dios en aquel momento.
Ningún ser humano ha podido ver literalmente a Dios. La Biblia dice que Dios es espíritu y el ojo humano no puede ver a los seres espirituales.
“Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y con veracidad es necesario que adoren.” Juan 4:24
Las personas han visto a Dios en visiones, sueños y a través de personas que han decidido entregar su vida al Creador para ser transformados día a día en su vida. Pero nadie ha visto a Dios en su plenitud estando en este cuerpo terrenal, porque si esto pasara, seríamos consumidos totalmente.
