Mucho se ha escuchado acerca de los millennials, en este sentido, los que más han llamado la atención son los jóvenes Chinos, pues a pesar de la restricción del país, ellos han logrado encontrar refugio en Jesús, pero no sólo eso, su fe también está impactando la educación.
Es de conocimiento público la restricción del gobierno chino, pero, gracias al arduo trabajo de los cristianos norteamericanos y chinos, más escuelas cristianas estadounidenses tienen locaciones en este país asiático, proporcionando valores cristianos en el aula, además, los maestros pasan tiempo de calidad con los alumnos, a la espera de que lleguen por su propia convicción a los pies del Mesías.
Sean Elgut, director de Veritas Chriastian Academy, junto con su esposa María, sienten que Dios les dio una nueva misión en este tema.
Maria Elgut comentó al respecto: “Sentí como que el Señor nos decía: ‘Tienen que estar dispuestos a ser como Daniel, en medio de aquellos que no están totalmente a salvo. Ustedes harán una gran impresión, yo quiero que lo hagan”.
Si bien es cierto que muchos chinos son ateos o budistas, también existen muchos padres que están abiertos a la enseñanza cristiana, y que incluso impulsan a sus hijos a creer en Jesús.
Por su parte Sean Elgut comentó: “Ellos son muy abiertos y son honestos contigo. Es más fácil dar testimonio a muchos de estos chinos que a los americanos, por el hecho de que ellos vienen con la mente en blanco cuando están tristes, así que ellos se emocionan cuando participan en eventos cristianos”.
Lo curioso es que a estas escuelas asisten niños y jóvenes de padres no creyentes, y mientras más estudiantes se matriculan en las escuelas cristianas, más son los padres se están involucrando con los cristianos locales, especialmente porque ven el cambio en sus hijos y no pueden evitar preguntarse, ¿por qué?.
Los padres en China creen que una de las tareas más importantes es enseñar a los hijos a vivir una vida exitosa, es por esto que cada vez son más las familias que recurren a la religión para crear un impacto positivo para la siguiente generación.
