Las principales organizaciones judías estadounidenses criticaron la decisión del gobierno estadounidense de poner fin a la política de inmigración conocida como DACA y dijeron que trabajarán para desafiarla y presionarán al Congreso para mantener el programa.
La Liga Anti-Difamación dijo en un comunicado que la acción del presidente estadounidense, Donald Trump, es “cruel, innecesaria y contradice los valores centrales de nuestro país”.
La organización afirmó que apoya “una política de inmigración integral, que protege nuestra seguridad, reúne a las familias y mejora nuestra economía al tiempo que honra nuestros valores como país de inmigrantes. Apoyamos un esfuerzo bipartidista para proteger a los jóvenes inmigrantes a través de una legislación y pedimos al Congreso que actúe ahora”.
“Somos una nación de inmigrantes,” dijo Jonathan Greenblatt, director ejecutivo de la organización. Las vidas de cientos de miles de jóvenes inmigrantes que llegaron a este país de niños penden ahora de un hilo. Ellos son de nuestros mejores y más brillantes ciudadanos. Son médicos, abogados, maestros y miembros del ejército, son nuestros vecinos, amigos y miembros de nuestras comunidades. Salieron de las sombras, confiando en la promesa del gobierno federal de que estarían protegidos. Ahora corren peligro”.
Mark Hetfield, director de HIAS, una organización judía no gubernamental que trabaja para ayudar a los inmigrantes y refugiados, dijo en respuesta que Estados Unidos “debe restaurar la justicia básica y la moralidad en la forma en la que tratamos a los inmigrantes en este país, y no hay mejor lugar para empezar que con estos jóvenes estadounidenses”.
“Al igual que las generaciones de inmigrantes anteriores, que incluyen a millones de padres y abuelos judíos, los padres de estos niños han hecho enormes sacrificios, no para ellos mismos, sino con la esperanza de que sus hijos tengan una oportunidad de un buen futuro. Actualmente el presidente ha alejado el sueño americano para un sinnúmero de personas”, expresó Hetfield.
En un comunicado difundido por el Centro de Acción Religiosa del Movimiento Reformista, el rabino Jonah Pesner dijo que “el pueblo judío conoce lo que es ser extraños en tierras extrañas. Nuestro pasado nos recuerda las luchas que hoy enfrentan tantos inmigrantes. Debido a esta historia, el judaísmo exige que acogemos al extranjero y nos obliga a trabajar por un sistema justo de inmigración”.
