Contrario a lo que muchos piensan la depresión no se limita solo al estado de ánimo o la situación difícil que atraviesa una persona.
Redacción, Veracidad News
Contrario a lo que muchos piensan la depresión no se limita solo al estado de ánimo o la situación difícil que atraviesa una persona. Medicamente hablando, la depresión es una enfermedad clínica severa. Es más que sentirse “triste” por algunos días. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, si usted está dentro de los 350 millones de personas alrededor del mundo que sufren de esta enfermedad, esos sentimientos de tristeza no desaparecerán con tanta facilidad, de hecho, persistirán y llegarán a interferir con su vida cotidiana.
De acuerdo con la psicóloga Liliana Moreno hay algunos criterios diagnósticos según el DSM5, que es un manual estadístico de diagnóstico de enfermedades mentales o de patologías psiquiátricas y básicamente tiene algunos elementos muy importantes a considerar como son la tristeza, la apatía, la culpa, la fatiga y trastornos relacionados con el sueño insomnio o hipersomnia y también trastornos de la alimentación.
Entre los síntomas que podemos advertir conforme a lo descrito en el libro de diagnósticos psicológicos y psiquiátricos DSMV se encuentran: Sentirse triste o “vacío”, pérdida de interés en sus actividades favoritas, aumento o pérdida del apetito, no poder dormir o dormir demasiado, sentirse muy cansado, sentirse sin esperanzas, irritable, ansioso o culpable, dolores de cabeza, calambres o problemas digestivos, ideas de muerte o de suicidio.
La psicóloga agregó que hay dos tipos de depresión la endógena y la exógena, esta última tiene que ver con que realmente hubo un suceso que llevo a la depresión; en tanto que la endógena está asociada con los neurotransmisores y la serotonina y dopamina que si no se están segregando adecuadamente en nuestro cerebro nos puede producir ese estado de ánimo.
Si bien es cierto lo anterior puede explicarnos el contexto médico de la enfermedad y la incidencia de la misma dentro de las personas que actualmente habitamos este planeta… Nos deja una pregunta en el aire casi sin respuesta… ¿De dónde proviene este sentimiento de vacío? ¿Si es una cuestión bioquímica en nuestro cerebro, por qué se da?
La Biblia nos dice que estemos llenos de gozo y alabanza Filipenses 4:4; Romanos 15:11, así que en Dios podemos vivir vidas con gozo. Esto no es fácil para alguien que atraviesa por una situación depresiva, pero ésta puede mejorar a través de los dones de Dios en la oración, estudios bíblicos y su aplicación, grupos de soporte, grupos en casas, compañerismo con otros creyentes y discípulos, confesión, perdón y consejería. Debemos hacer un esfuerzo consciente para no estar absortos en nosotros mismos, sino más bien dirigir nuestros esfuerzos al exterior. Los sentimientos de depresión con frecuencia pueden resolverse cuando el que sufre quita la atención de sí mismo y la pone en Cristo y Su palabra, pues esto permite una renovación de la mente Romanos 12:2.
La mente renovada es perceptible a la voz de Yahweh, a la capacitación por medio del Espíritu Santo, la cual nos lleva a toda verdad y toda justicia, y esto se manifiesta en la transformación que refleja el carácter de aquel que nos compró a precio de sangre… Yeshúa… Esta nueva vida, es lo que nos da paz, la cual sobrepasa cualquier entendimiento y que guardará nuestro corazón y nuestra mente. Filipenses 4:7
Las enfermedades nacen en el Espíritu y se somatizan en el alma y en el cuerpo… la lejanía del Señor nos enferma y nos hunde en el vacío y la desesperanza. Pero cuando retornamos al Padre, a través del Hijo, nos convertimos en la morada del Espíritu Santo, y entonces nos llenamos de la plenitud de Dios en, con y sobre nosotros.
