La fiesta de las trompetas.

La Festividad de las Trompetas, se conoce Bíblicamente en hebreo como Yom Teruáh que significa sonar la alarma, señal, grito, grito de guerra, o bien un grito de alegría.

Para los judíos significa también el día de la resurrección.

REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.

La Festividad de las Trompetas, se conoce Bíblicamente en hebreo como Yom Teruáh que significa sonar la alarma, señal, grito, grito de guerra, o bien un grito de alegría.

Para los judíos significa también el día de la resurrección.

Jesús en su primera venida dio cumplimiento a las festividades de primavera con su muerte y resurrección. Sin embargo, los últimos tres eventos son proféticos, y serán cumplidos por Jesucristo cuando venga por segunda vez, iniciando un nuevo episodio que desencadenará una serie de acontecimientos asociados con estas festividades.

La Fiesta de las Trompetas anuncia la intervención de Dios en los asuntos de la humanidad a escala mundial; representa un momento absolutamente decisivo en la historia del mundo.

Esta fiesta, que se celebra el primer día del séptimo mes del calendario hebreo, también da principio a la tercera temporada de fiestas Yom Teruah – trompetas, Yom Kippur – Expiación, Sucot – Tabernáculos (ÉXODO 23:14; DEUTERONOMIO 16:16), en la cual se incluyen las últimas fiestas del año.

En el Apocalipsis se nos habla de una serie de acontecimientos representados por siete ángeles que tocan trompetas. APOCALIPSIS 11:15 “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”

El retorno de Jesucristo es la culminación de los sucesos anunciados por el sonido de las trompetas proféticas.

Esta fiesta es el anuncio definitivo de la vuelta del Señor Jesucristo de Nazaret; es un llamado a los santos para que cumplan fielmente la Palabra del Señor: es el último llamado a su pueblo a salir y apartarse de Babilonia “descrita como albergue de demonios y guarida de todo espíritu inmundo” para no participar de sus pecados ni recibir parte de sus plagas (APOCALIPSIS 18.4 / ISAÍAS 52.11-12 / JEREMÍAS 51.45)

Representa el cumplimiento futuro de numerosas profecías que hablan de un Mesías que vendrá como Rey y regirá con poder y justicia.