Las uvas en la Biblia y su significado

Redacción, Veracidad News

La uva es una fruta que crece en racimos, la cual contiene una pulpa de color blanca o púrpura. Aunque se consume como fruta fresca o zumo, su utilidad principal es la obtención de vinos.

Ingerirla aporta grandes beneficios para la salud, debido a que funciona como antioxidante y antiinflamatorio. Especialistas recomiendan consumirla con piel, ya que es, en esta parte dónde se concentran la mayor parte de sus propiedades.

Además, favorece el buen estado de las arterias y el corazón, aunado a que por su contenido en potasio ayuda a reducir la presión arterial. Es ideal para regular el tránsito intestinal y prevenir problemas de estreñimiento, gracias a la fibra y agua que contiene.

Actúa como desintoxicante del hígado, mejorando problemas hepáticos y también es buena para el riñón, ya que colabora con la eliminación del ácido úrico. Por su contenido en azúcares de rápida absorción constituye un excelente aporte de energía.

En la Biblia es mencionada en varias ocasiones, no solo como fruta, sino que además, como vino. Una de ellas es en el libro de Génesis, capítulo 40, versículo 11; “Y la copa de faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas y las exprimía en la copa de faraón, y ponía la copa en la mano de faraón”.

En el mismo libro, pero en el capítulo 49, verso 11 dice; “Atando a la vid su pollino, y a la vid mejor el hijo de su asna, lava en el vino su vestido, y en la sangre de uvas su manto”.

En este pasaje, el vestido hace referencia a los preceptos, es decir, las ordenanzas de Dios, debido a que ellos “visten” al alma. En ese sentido, la frase “lava en el vino su vestido”, alude a que debemos obedecer al Señor, para poder caminar de la mano con él.

Cabe mencionar que en Números y Apocalipsis, también se menciona la fruta; “Y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no. Por consiguiente esforzaos y tomad fruto de la tierra. Y era el tiempo de las primeras uvas”. Números 13:20.

“Y salió del altar otro ángel, que tenía autoridad sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas están bien maduras”. Apocalipsis 14:18.