Los apóstoles después de Jesús.

Antes de ascender a los Cielos, Jesús dijo a sus apóstoles: “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”. Inmediatamente se pusieron manos a la obra y empezaron la difícil tarea de sembrar las semillas de la fe por dondequiera que fueran.

REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.

Antes de ascender a los Cielos, Jesús dijo a sus apóstoles: “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”. Con un mandato divino de viajar por el mundo en aras del Evangelio, los apóstoles no perdieron el tiempo. Inmediatamente se pusieron manos a la obra y empezaron la difícil tarea de sembrar las semillas de la fe por dondequiera que fueran.

  1. SANTIAGO, EL MAYOR

Santiago, el mayor, Boanerges. Predicó en Jerusalén y Judea y fue decapitado por Herodes.

Se le llamaba el Mayor, para distinguirlo del otro apóstol, Santiago el Menor, que era más joven que él. Este fue el primero de los doce en convertirse en mártir.

2.    ANDRÉS

Tuvo el honor y el privilegio de haber sido el primer discípulo que tuvo Jesús, junto con san Juan el evangelista.

Andrés trajo a su hermano Pedro a Jesús. Él es el primero en tener el título de Misionero en Casa y en el Extranjero.

3.     BARTOLOMÉ.

Su primer nombre probablemente era Natanael, a quién Jesús llamó “un verdadero Israelita, en quien no hay engaño.”

Se transformó en un uno de los misioneros más aventureros de la Iglesia.

4.     SANTIAGO, EL MENOR.

Santiago, el menor o más joven, fue el hermano del Apóstol Judas.

Se le identifica también con aquél Santiago a quien se le aparece el Señor resucitado.

Es el autor de la carta del Nuevo Testamento que lleva su nombre.

  • JUAN.

Fue conocido como el discípulo amado.

Él escribió el Evangelio según San Juan, 1º de Juan, 2º de Juan, 3º de Juan y Apocalipsis.

Fue un hombre de acción; era muy ambicioso; y un hombre con un temperamento explosivo y un corazón intolerante.

Cabe mencionar que fueron 12 los apóstoles de Jesús y después de su muerte los apóstoles aun cuando eran torturados, insistían que tanto ellos como cientos de judíos más, habían visto a Jesús vivo. Cuando algunos fueron arrestados y obligados a no hablar acerca de la resurrección de Jesús, ellos respondían “no podemos evitar hablar acerca de lo que hemos visto y oído”.

Estos vieron a Jesús vivo varias veces, incluso sostuvieron largas pláticas y comieron con Él, todo esto después de su muerte en la cruz. Se condujeron a la muerte proclamando algo de lo que no tenían duda alguna: Jesús había resucitado de entre los muertos, probando que Él era todo lo que había declarado ser el hijo de Dios.