El mexicano que vela por salud de inmigrantes

Carlos Scholz, se enfrentó a uno de los momentos más difíciles en su vida cuando era estudiante: su abuelo que había acudido al hospital por una fractura de clavícula, falleció por un cuadro de neumonía, por lo que Scholz considera, una negligencia médica.

Ese fue un golpe duro pero la primera señal de que su camino estaba en el mundo de la medicina.

La segunda señal ocurrió cuando trabajó en la firma de ropa intima Hanes, que lo llevó a trabajar en Mérida, Querétaro y República Dominicana donde conoció a su esposa, una doctora que debía hacer su residencia en Nueva York.

Otro caso grave

A tres años de haberse mudado a los Estados Unidos, Scholz se enfrentó a otra grave situación: su primo estuvo a punto de morir en un hospital público en México.

Esta fue la tercera señal y la definitiva para replantearse sobre su vida, las metas que deseaba y cómo se veía en el futuro. Así fue que terminó ingresando al sistema de salud en Estados Unidos.

El inicio del cambio

En 2011, fue invitado a trabajar en New York City Health + Hospitals, el sistema de salud más grande del mundo, donde actualmente ayuda a 1.5 millones de pacientes, de los cuales muchos son inmigrantes ilegales.

“Nunca pensé que fuera a trabajar en el área de salud”, dice.

Como ahora Vicepresidente de Excelencia Operacional de la Corporación, Scholz se encarga de optimizar procesos como la atención y citas, además de que da entrenamientos y revisa nuevas tecnologías para ponerlas en práctica en colaboración con su equipo de 43 personas.

Con todo su trabajo hasta ahora, en un futuro espera trabajar con la telemedicina.

“Mi trabajo consiste en mejorar los flujos, pensar desde el punto de vista de los pacientes y en todas las cosas por las que los hacemos pasar; mejorar su experiencia y la calidad”, explica.

Scholz confiesa que uno de sus deseos es volver a México y poner en práctica todo lo aprendió con el fin de evitar situaciones a las de su abuelo y primo.

Fuente Expansión