En el primer capítulo de Eclesiastés, versículo 9, se describe que a pesar de que aparentemente nos rodea una constante inestabilidad, en realidad los cimientos del mundo están redactados en las Escrituras.
Redacción, Veracidad News
“Lo que fue, eso será, y lo que ha sido hecho, eso se hará; nada hay nuevo debajo del sol”.
En el primer capítulo de Eclesiastés, versículo 9, se describe que a pesar de que aparentemente nos rodea una constante inestabilidad, en realidad los cimientos del mundo están redactados en las Escrituras.
Con este verso se manifiesta la creencia de que la originalidad es poco o nada común y que todo tiende a repetirse, imitarse o, directamente, copiarse; con ello se dice que uno no se sorprende por algo pretendidamente nuevo.
Aunque no se sabe con exactitud quien es el autor del libro, su origen se le atribuye al rey Salomón, el cual gobernó en Israel del año 970 al 930 a.C. por lo que se cree, el texto fue redactado aproximadamente en 935 a.C.
La frase “Debajo del sol” se repite 28 veces y hace referencia a las cosas humanas, terrenales y/o temporales.
En el sentido bíblico significa que nada nuevo acaece sobre la faz de la Tierra y que aquello que se creía una novedad, ya estaba inventado, ideado, dicho o hecho.
En el contexto histórico este tópico pretende dar a entender que, tras las civilizaciones clásicas, todas sus aportaciones culturales han sufrido diversos procesos de copia o transformación.
En términos generales el libro destaca la depresión que resulta de buscar la felicidad en las cosas del mundo y destaca que la fe en Dios, es la única manera de encontrar el significado personal, por lo que debemos enfocarnos en la palabra del Señor, en lugar de un placer temporal.
“El fin del asunto, cuando todo se haya oído, es éste: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre. Pues Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa oculta, sea buena o sea mala”. Eclesiastés 12:13-14.
