RELACIÓN DONALD TRUMP-ISRAEL

Redacción, Veracidad News
En 2015 una revista judía americana, le otorgó a Donald Trump el Premio Libertad por sus esfuerzos para defender al Estado judío y las relaciones entre Israel y Estados Unidos.

Poco después de anunciar su candidatura en junio de 2015, inició una cruzada de apoyo a Israel sabedor de que esa nación es el principal aliado de Estados Unidos en el Medio Oriente y de la gran influencia política y económica de la comunidad judía.

Durante su campaña presidencial Donald Trump tuvo expresiones de rechazo al mundo islámico y alguna digresión en relación a Israel, esto último para atacar los vínculos de su rival Hillary Clinton.

Sin embargo, una vez electo presidente su propuesta que difundió de prohibir la entrada de inmigrantes musulmanes desapareció de su página web y reafirmó su apoyo a Israel.

El triunfo electoral de Trump resultó favorable para el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, después de la tensa convivencia de ocho años con el presidente Barak Obama, caracterizada por desacuerdos políticos y conflicto de personalidades.

Incluso el primer ministro mostró su apoyo al publicar un tweet que decía, “El presidente Trump está en lo correcto. Construí un muro en la frontera sur de Israel. Frenó toda la inmigración ilegal. Gran éxito. Gran idea”.

Pero esta declaración provocó una respuesta furiosa de México; ante esto, Netanyahu, intentó tranquilizar las cosas, asegurando que la crisis que provocó su declaración sobre el muro que Donald Trump quiere construir se debía a un “malentendido”.

El 23 de diciembre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una resolución que exigía a Israel poner fin a los asentamientos. La medida fue aprobada con 14 votos a favor.

Posteriormente, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, declaró que la decisión de la ONU sobre los asentamientos israelís en Cisjordania coincide con los valores del país. Agregó también que la resolución del Consejo de Seguridad busca preservar la posibilidad de la llamada “solución de los dos Estados” defendida por la Administración de Obama.