Todos descendemos de Noé

La Organización de las Naciones Unidas, reconoce más de 200 naciones, mismas que se esparcieron en todo el mundo por medio de los hijos de Noé; Sem, Cam y Jafet.

Redacción, Veracidad News

El capítulo 10 del libro de Génesis describe la genealogía de Noé, quien fuera el encargado de construir el arca previo al diluvio y del cual descendiera la humanidad.

“Estas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio”. Génesis 10:32.

Actualmente, la Organización de las Naciones Unidas, reconoce más de 200 naciones, mismas que se esparcieron en todo el mundo por medio de los hijos de Noé; Sem, Cam y Jafet.

El mismo capítulo de las Escrituras, describe que Nimrod, un monarca de Mesopotamia, el cual vivió dos generaciones después de Cam, edificó la ciudad de Babilonia en donde estaba situada la Torre de Babel y desde donde la gente fue esparcida; “Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra”. Génesis 10:8.

Además, durante el tiempo de Peleg, tres generaciones después de Sem, la tierra fue dividida; “Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán”. Génesis 10:25.

De acuerdo con diversos investigadores, esto se refiere a la separación de la única masa de tierra en la que estaba formado el planeta, misma que sirvió para constituir los continentes.

Originalmente toda la humanidad hablaba el mismo idioma, tal como se describe en el primer versículo, del capítulo 11 de Génesis; “Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras”. Sin embargo, al ver el Señor que comenzaron a edificarse en una llanura en la tierra de Sinar, decidió esparcirlos dándole a cada grupo un lenguaje único, haciendo imposible que las familias de los tres hermanos se pudieran entender entre sí.

“Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad”. Génesis 11:7-8.

Pese a que esto produjo desconfianza e hizo que se separaran, Dios puso en sus corazones que continuaran rondando hasta que hubiera grandes distancias entre ellos, formando así los continentes que conocemos hoy en día. “Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra”. Génesis 11:9.

Este motivo hizo que las personas que hablaban el mismo idioma se casaran entre ellas y comenzaran a repoblar la tierra, con sus rasgos característicos. Por ejemplo, el nombre de Cam quiere decir oscuro, como quemado por el sol. Él nombro a uno de sus hijos Cus, que es la palabra en hebreo para negro, por lo que es considerado el padre de las razas africanas. Otro de sus hijos, Mizraim, fundó el Bajo y Alto Egipto. Por su parte, Sem es el padre de los árabes y judíos y Jafet el de los europeos y los rusos.

La ciencia ha mostrado que todas las razas que hoy conocemos pudieron haber empezado a mostrar sus características distintivas dentro de relativamente pocas generaciones. Pero todo empezó con los tres hijos de Noé.