El contacto con los animales o la inhalación de pequeñas partículas procedentes de éstos, pueden desencadenar una alergia.
Redacción, Veracidad News
El contacto con los animales o la inhalación de pequeñas partículas procedentes de éstos, pueden desencadenar una alergia.
Dichas sustancias, llamadas alérgenos, al penetrar en el organismo de una persona ocasionan una reacción de hipersensibilidad del sistema inmunitario a través de la producción de anticuerpos IgE, que, al reaccionar con ellas, provocan la liberación de histamina y de otras sustancias químicas, y producen una inflamación en la mucosa nasal, ocular o bronquial, que derivará en los síntomas típicos de la reacción alérgica.
Los alérgenos de los animales están contenidos en las secreciones de sus glándulas sebáceas, salivares, y en sus excretas, de manera que la alergia se produce como consecuencia de la inhalación o el contacto con la caspa, el pelo, la orina o la saliva.
Las personas alérgicas pueden notar los mismos síntomas que con otros alérgenos ambientales, es decir, rinitis, conjuntivitis y asma, que se manifiestan como picor de nariz u ojos, estornudos, congestión nasal, mucosidad líquida, lagrimeo, tos, sensación de falta de aire y ruidos respiratorios como silbidos. Además, el contacto con el pelo, la caspa y la saliva ocasiona picor, urticaria, hinchazón en la zona de contacto de la piel o en los párpados.
De acuerdo con diversos estudios, alrededor de 366 especies de animales son capaces de producir enfermedades alérgicas en los seres humanos. Los gatos y los perros son la causa más frecuente, debido a que son las mascotas más comunes, pero también pueden provocarla los caballos, conejos, ratas, hurones, ardillas y aves domésticas.
La primera línea de tratamiento para controlar la alergia a las mascotas es evitar los animales que la causan tanto como sea posible. Sin embargo, esto resulta complicado, porque aunque no tengamos mascotas podemos encontrar alérgenos en la vestimenta de otras personas.
Para ello existen algunos medicamentos para aliviar los síntomas de la rinitis alérgica, como los antihistamínicos, que disminuyen la producción de una sustancia química del sistema inmunitario que se activa durante una reacción y ayudan a aliviar la picazón, los estornudos y el moqueo. Además, los corticoesteroides administrados en forma de aerosoles nasales pueden disminuir la inflamación y controlar los síntomas.
