La palabra apostasía hace referencia a una rebelión, abandono de la fe o abuso de la misma.
Redacción, Veracidad News
Proveniente del griego; la palabra apostasía hace referencia a una rebelión, abandono de la fe o abuso de la misma.
De acuerdo con el Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado, “Un apóstata es alguien que ha oído las grandes verdades de la fe, se ha convencido intelectualmente de que Jesús es el Cristo, e incluso ha hecho profesión de cristianismo, aunque nunca ha sido verdaderamente salvo. Sin embargo, después de esto renuncia totalmente a ella, al grado de repudiar al Señor”.
En este sentido, es un concepto que se emplea para describir la renuncia, voluntaria y consciente, de la fe en Dios. Así, la apostasía es el proceso de desconversión cristiana. “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados”. Hebreos 10:26.
Por otra parte, en la primera epístola a Timoteo, capítulo 4, versículo 1, se relata; “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”.
De allí, que en la segunda carta a los Tesalonicenses 2:3 se advierta; “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”.
Las causas de la apostasía pueden ser varias, entre ellas, destaca la ignorancia de las Escrituras. Dios reveló al profeta Oseas que debido al desconocimiento, su pueblo sufrió graves consecuencias; “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”. Oseas 4:6.
A causa de la ignorancia de la voluntad de Dios, el pueblo de Israel se había entregado a la idolatría y más tarde este mismo pecado los llevaría a la autodestrucción.
El profeta Jeremías dijo algo parecido; “Pero yo dije: Ciertamente éstos son pobres, han enloquecido, pues no conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios”. Jeremías 5:4. En este caso, la razón por la que se extraviaron de la senda de Dios es un poco diferente, debido a que aparentemente no se dieron cuenta de que eran necesitados.
Otra de las razones se basa en confiar en los hombres. Hoy en día es común escuchar comentarios como; “Yo sé que mi pastor nunca me diría algo que no fuera verdad” y “Aunque no conozco muy bien las Escrituras, confío en que mi iglesia siempre me guiará por el buen camino”.
Pero bien dejó escrito el Señor; “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová”. Jeremías 17:5. Esto nos enseña que en el único que debemos confiar y al que tenemos obedecer es a Dios.
