Veracidad News – ¿Qué es la fiesta de las luces?

Hanukka también es llamada “Fiesta de las luces o luminarias”, esta festividad conmemora la derrota de los helenos (guerreros pertenecientes al pueblo griego) y   posterior a la purificación del Segundo Templo de Jerusalén.

El origen de la fiesta se dio cuando los judíos lograron vencer al ejército griego, quienes querían profanar la instrucción de Dios y Su enseñanza. Destruyeron gran parte del templo de Jerusalén, en sus restos encontraron un candelabro con una vasija con aceite de oliva; la cual le permitió estar encendida durante ocho días a pesar de las agresiones al templo.

En hebreo Hannukka significa: dedicación, limpieza, purificación, consagración, restauración, reedificación.

La conmemoración judía también reconocida como celebración de los macabeos, quienes fueron un movimiento judío de liberación que lucharon y lograron la independencia de  Antíoco IV, rey de Seleucid Siria.

La purificación del Segundo Templo de Jerusalén cerca del año 165 antes del Mesías, fue necesaria porque el rey de Seleucid Siria Antíoco IV, había profanado el Templo al instalar un altar al dios Zeus, justo antes de este acto, el rey había dictaminado la prohibición de leer la Torah de Yahweh.

Pero, ¿qué hicieron los Macabeos para limpiar el templo de Dios que había sido contaminado?

Tomaron el aceite de la unción descrito en el libro de Éxodo 30, con él ungieron el tabernáculo y todo lo que ahí se encontraba.

Éxodo 40:9-11: “Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo. Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios; y santificarás el altar, y será un altar santísimo. Asimismo ungirás la fuente y su base, y la santificarás”.

Sólo de esta manera nuestro Señor Yahweh aceptaría declarar santo el lugar. La importancia de este suceso es que nuestro Creador ordenó la limpieza del Templo aplicando Las Escrituras.

Cabe destacar que aunque el aceite de la lámpara solo alcanzara para un día, nuestro Padre multiplicó la cantidad para que la purificación durara ocho días continuos.

El milagro que abraza la fiesta de las luminarias también nos indica que nuestro Señor es la luz del mundo, que alumbra cualquier adversidad en nuestro diario vivir y permite que el Espíritu Santo actué en nuestros corazones.

Juan 8.12: “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Versión  Reina-Valera 1960 (RVR1960).

Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.