3 Síntomas de que un cristiano se está alejando de Dios.

El Espíritu Santo quiere vivir la vida de Jesús a través de los creyentes, y esto implica oración, lectura de la Biblia, ofrendar, compartir nuestra fe y creer en las promesas de Dios. Sin embargo, muchas veces no nos damos cuenta que nos estamos alejando poco a poco de Dios.

REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.

La palabra apartarse en un contexto cristiano, implica alejarse de Cristo en lugar de acercarse a Él.

La persona que se aparta ha demostrado durante un tiempo un compromiso con Cristo o guardado ciertas normas de comportamiento, sin embargo, luego vuelve a la vida carnal.

ISAÍAS 30:1 ¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi Espíritu, añadiendo pecado a pecado!

El Espíritu Santo quiere vivir la vida de Jesús a través de los creyentes, sin embargo, muchas veces no nos damos cuenta que nos estamos alejando poco a poco de Dios, hasta que nos vemos en un pozo lleno de problemas y consecuencias negativas por nuestras malas decisiones.

Algunos síntomas que reflejan que un cristiano se está alejando de Dios son:

  1. DEJAR DE OAR EN PRIVADO; MATEO 6:6 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Cuando se tiene el tiempo para todo menos para orar, es un indicativo que algo está pasando en nuestra relación con Dios, y lo estamos dejando a un lado. Debemos recordar que orar por los alimentos, no es entrar en intimidad con Dios, como Él nos ha mandado.
  2. DEJAR DE LEER LA PALABRA DE DIOS; Así como la oración, la lectura de la Palabra es indispensable para la vida del cristiano, porque de ella tomamos fuerza, aliento, impulso y fe para seguir adelante. La oración es como el respirar y la palabra es como el pan que nos nutre. SALMOS 119:105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
  3. COMETES PECADO Y NO TE DUELE; Primero piensas que el pecado es algo “normal”, ya cuando lo haces sientes que no pasa nada, sin embargo, las consecuencias siempre vienen. Este es uno de los síntomas más delicados, porque cuando no te sientes mal por el pecado, es porque estamos evitando que el Espíritu Santo nos redarguya.

Es fácil alejarse de Dios, porque no requiere ningún esfuerzo. Por el contrario, mantenerse en el buen camino exige mucha energía, pero gracias a Dios el Espíritu Santo nos permite someternos a Él para poder hacerlo.