CRIPTO-JUDÍOS

El término se utilizaba para describir a descendientes de judíos que generalmente en secreto, tenían algunas costumbres, mientras se incorporaban a las otras religiones; comúnmente el cristianismo.

En su mayoría, los criptojudíos mantenían sus rituales y costumbres básicas, como lo eran:

  • No comer carne de ciertos animales, por ejemplo de cerdo.
  • Desangrar el animal que comerían, desangrar la carne o secarla antes de cocinarla.
  • Hacer pan sin utilizar levadura.
  • Los varones se hacían la circuncisión y lo hacían también con sus hijos.
  • Intentaban guardar el Shabat, es decir, dedicar el día sábado exclusivamente a Dios.

El arribo y asentamiento de judíos a la península Ibérica está descrito en la leyenda que relata su desplazamiento desde Israel en época del Rey Salomón entre los años 970 y 931 antes de Cristo. Sin embargo, su presencia histórica coincide con la conquista romana de tierras hispanas. Entre los siglos I y II d. C., judíos fugitivos se establecieron en África del norte y de allí pasaron a la península Ibérica, todo esto después de que se produjera la destrucción de Jerusalén por las legiones romanas.

Hay tres componentes históricos distintos de las raíces coloniales del criptojudaísmo, en gran parte restringido a territorios ocupados por España, cada uno con aspectos geográficos y cronológicos distintos: raíces coloniales tempranas en todo el territorio novohispano, pero fue mucho más evidente en la provincia del Nuevo Reino de León.

Debido a las actividades de la Inquisición Mexicana en Nuevo León, casi todos los descendientes de criptojudíos emigraron a otras colonias de la frontera más al oeste de las rutas de comercio, pasando por pueblos de la Sierra Madre Occidental, Chihuahua y el norte de la ruta de comercio a El Paso Texas y a Santa Fe Nuevo México.