Ayuda en la Biblia

Redacción, Veracidad News

“Aprended a hacer el bien. Buscad lo justo; corregid al despiadado. Defended al huérfano; abogad por la viuda”. Isaías 1:17.

La solidaridad es uno de los valores humanos más importantes, debido a que es la acción que realiza una persona cuando otra necesita de su ayuda y lo hace sin intención de recibir algo a cambio.

Así como está descrito en las Escrituras, en el libro de Deuteronomio, capítulo 15, versículos 7 y 8, “Si hay en medio de ti algún menesteroso de tus hermanos dentro de alguna de tus ciudades en la tierra que Yahweh tu Dios te da, no endurecerás tu corazón ni le cerrarás tu mano a tu hermano menesteroso, sino que abrirás a él tu mano y le prestarás lo que le haga falta para satisfacer su necesidades”.

Y es que el ayudar a alguien que lo necesita, será remunerado, “El que se compadece del pobre presta a Yahweh, y Él le recompensará su buena obra”. Proverbios 19:17.

“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, se os volverá a medir”. Lucas 6:38.

La Biblia nos presenta un ejemplo de que brindar apoyo a los demás trae consigo satisfacción personal, aunado a la vida eterna, “Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te asistimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que por cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a Mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, mas los justos a la vida eterna”. Mateo 25:44-46.

Sin embargo, una acción solidaria le deja a la persona una satisfacción de hacer algo por alguien más y cubrir sus necesidades y no las propias.

“En todo os he dado ejemplo, mostrándoos cómo, a trabajando así, se debe sostener a los débiles, y recordar las palabras del Señor Yeshúa, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”. Hechos 20:35.

“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”. 2 Corintios 9:7.