¿Conoces la historia de Mateo?

Redacción, Veracidad News

Mateo, fue hijo de Alfeo; era un publicano, es decir recaudador de impuestos.

Su oficio no era bien visto por los judíos, debido a que esos impuestos se recolectaban para una nación extranjera. Radicaba en Cafarnaúm, ciudad de gran importancia comercial por estar situada en la ruta recorrida por las caravanas en sus viajes entre Siria y Egipto.

Mientras se encontraba trabajando, el Mesías se acercó a él: “Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió”. Mateo 9:9.

Al no ser aprobada la ocupación de Mateo; Jesús fue criticado cuando se le encontró comiendo con él: “Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores”. Marcos 2:16-17.

Jesús lo nombró uno de sus 12 preferidos, a los cuales llamó apóstoles y en Pentecostés recibió el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego. Es el octavo en la enumeración de los Hechos de los Apóstoles y el séptimo en la lista de Marcos y Lucas: “Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. Hechos 1:13.

Después de la ascensión del Señor, Mateo predicó varios años en Judea y en los países cercanos hasta la dispersión de los apóstoles. Poco antes de esto escribió su Evangelio, el cual consta de 28 capítulos.

El objetivo de su libro es probar que Jesucristo sí es el Mesías o Salvador y que si resucitó: “No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán. Mateo 28:6, 8, 9 y 10.

Según varias fuentes apócrifas, los judíos le dieron 39 azotes por predicar que Jesús sí había resucitado y cuando estalló la persecución contra los cristianos en Jerusalén se fue a Etiopía. Fue muerto a filo de espada cuando estaba orando al pie del altar, lo cual le vale otro de los atributos de su iconografía: la espada, que a veces se cambia por alabarda o hacha.