Mientras Boko Haram continúa con su reinado de terror en África Sub-sahariana, cerca de 2 millones de residentes se han visto forzados a dejar sus hogares en los últimos ocho años con el aumento del poder extremista. Según la organización humanitaria cristiana Puertas Abiertas EE.UU., alrededor de 1.8 millones de personas en Nigeria están ahora enfrentando la inanición.
Aunque hay distintos campos de refugiados asentados a través de todo el país para ayudar a quienes están vulnerables, familias hambrientas y desplazadas, en un número de ellos los Cristianos están siendo discriminados por causa de fe, donde hasta se les llega a decir que la comida y la ayuda ‘no es para los seguidores de Jesús’.
“El gobernador hizo lo mejor posible para los cristianos cuando tuvieron que huir en 2014 y 2015. Pero cuando los campos fueron dejados a cargo de organizaciones, la discriminación comenzó,” dijo el Obispo William Naga a Puertas Abiertas Reino Unido. “Estas organizaciones brindan comida y ayuda, a menos que seas cristiano. Los cristianos no reciben nada. Abiertamente les dicen: “la ayuda no es para cristianos”.
En una entrevista, Emily Fuentes, la directora de comunicaciones de Puertas Abiertas EE. UU., explicó que además de que los cristianos son el blanco principal de Boko Haram, el noreste de Nigeria es una región mayoritariamente musulmana. Dado que los musulmanes también están siendo atacados, las organizaciones islámicas que dirigen los campos se inclinan a dar a las víctimas musulmanas un ‘trato preferencial’.
“Los cristianos son empujados al final de las filas,” contó Fuentes. “Como los musulmanes son mayoría allí, aún quienes no practiquen la religión de manera estricta son puestos por encima de los cristianos a la hora de repartir los alimentos o asistencia de cualquier tipo. Ya se han reportado los casos de discriminación por ser minoría en esta parte del país.”
“No puedo decir que está sucediendo en todos los campos. Pero hemos oído de muchas situaciones similares que se están dando cada vez con más frecuencia,” enfatizó Fuentes.
A causa de la discriminación que los cristianos están sufriendo en las áreas para desplazados, se a iniciado un esfuerzo conjunto entre las iglesias y las organizaciones para abrir campos de refugiados que sean dirigidos por cristianos y sustentados por Puertas Abiertas y grupos locales.
“Hemos comenzado campamentos informales y puramente cristianos porque ellos están siendo segregados en los campos formales. No se les ha brindado comida ni se les ha permitido ir a la iglesia,” dijo John Gwamma, Presidente de unos de los campamentos. “Hay un término llamado “arne”, que significa pagano; es decir no- musulmán. Y cuando no eres musulmán, no eres bienvenido en estas tierras.”
Fuentes aclaró que, aunque estos nuevos campos se abrieron para lo cristianos, todo desplazado es.bienvenido, sin importar su fe.
“Ha habido iglesias haciendo un esfuerzo por años para tomar a los refugiados y comenzar una obra de este tipo,” remarcó Fuentes. “Ha sido un esfuerzo en conjunto. Puertas Abiertas trabaja junto a compañeros de obra en este país. Hemos tenido la oportunidad de trabajar juntos para conseguir asistencia y ayudar a construir casas para los desplazados, juntar comida y otros elementos vitales para los que están en necesidad.”
Puertas Abiertas también ha estado trabajando junto a las mujeres que han quedado viudas por los asesinatos cometidos por Boko Haram, ayudándolas a aprender distintos oficios para su sustento. En algunos casos, hasta se les ha provisto a las mujeres microcréditos para que puedan empezar sus propios emprendimientos financieros.
“Las tácticas de Boko Haram son especialmente atroces. Irrumpen en el medio de la noche y atacan a las familias. Sus blancos específicos son los hombres,” explicó Fuentes. “En la cultura nigeriana, el hombre es típicamente el proveedor. Saben que pueden destruir familias enteras con solo privarlas de los hombres. Las mujeres quedan solas a cargo de familias numerosas y sin poder proveer lo básico. Hemos conocido viudas con cinco o seis hijos, las cuales no tenían forma alguna de mantenerlos.”
Nigeria se encuentra en el puesto doce de la lista mundial de países perseguidores de cristianos. Se cree que al menos cinco iglesias en promedio son atacadas por domingo en la región más extremista de Nigeria.
Otras de las tácticas de los terroristas es apostarse en las calles de la ciudad uniformados como oficiales de policía y exigir identificación a los transeúntes. Con ello buscan descubrir la religión de quienes circulan, por medio del nombre de la persona. Si el nombre es de origen musulmán puede el ciudadano seguir, pero si el nombre es de origen cristiano, es probable que sufrirá algún tipo de maltrato y hasta la muerte.
Un muchacho contó que su nombre era Juan. Cuando los extremistas vieron su tarjeta de identificación y leyeron este nombre, simplemente le dispararon a mansalva. “Gracias a Dios sobrevivió, pero estas atrocidades son muy comunes,” y la padecen día a día los cristianos en Nigeria.
