El actor y productor Eduardo Verástegui, fue el encargado de la conducción del desayuno subasta a favor del Centro de Rehabilitación Infantil Teletón, el cual aseguró que su vida tuvo un gran cambio, luego de que se acercó a Dios.
Aseguró que el creció rodeado de mujeres; tres hermanas, su madre, sus tías, sus abuelitas y sus primas y aseguró que ellas no son ningún objeto; que ellas son el corazón de la familia, son mujeres llenas de sabiduría, inteligentes, hermosas y fue en ese momento que le hizo una promesa a su madre que le dio la vida y a Dios de que jamás volvería a trabajar en ningún proyecto que ofendiera su fe, su familia o su comunidad hispana.
Indicó que no estaba utilizando los medios de manera positiva, que en lugar de servir buscaba como servirse, sin darse cuenta obviamente y gobernado por la ignorancia; es por eso que tomó la decisión; sin embargo sus managers no lo entendieron y tuvo que escribirles una carta a cada uno de ellos dándoles las gracias por su tiempo. Cuatro años sin trabajar hicieron que perdiera todo, por un lado, pero por el otro lado, encontró lo que verdaderamente vale la pena en la vida, la verdadera libertad, que no era lo que él pensaba, hacer lo que se te pega la gana, sino que la verdadera libertad es hacer lo que es correcto.
Descubrió que muchas veces nuestros propios sueños personales pueden convertirse en tus peores enemigos, si esos sueños no van en línea con la voluntad de Dios en tu vida; entonces aprendió a rendirse y a soñar diferente, ya no es lo que él quiere sino que es lo que Dios quiere de él.
Finalmente aseguró que no hay nada más bello, no hay nada más noble, que levantarse todos los días y usar los talentos que Dios te dio.
