La fiesta de las primicias.

En esta Fiesta de la Siega, también conocida como la Fiesta de las Primicias, los israelitas ofrecían los primeros frutos de la cosecha de la cebada en la Tierra que entraban a poseer, al final de la primavera y la traían al sacerdote quien mecerá la gavilla (un manojo de ramas con frutos).

REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.

ÉXODO 23:14-16 (RVR60) “Tres veces en el año me celebraréis fiesta. La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías. También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo.”

Poco después de entregarle los Diez Mandamientos a Israel, Dios le dio otro mandamiento en LEVÍTICO 23:10-12 “Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamarán como santas convocaciones, serán éstas”. “Traerán al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos maduros de vuestra siega”.

En esta Fiesta de la Siega, también conocida como la Fiesta de las Primicias, los israelitas ofrecían los primeros frutos de la cosecha de la cebada en la Tierra que entraban a poseer, al final de la primavera y la traían al sacerdote.

Por medio de la celebración de la fiesta de las Primicias el Señor quiere que recordemos que Él desea ser el Primero en nuestra vida y en nuestras labores y en todo lo que hagamos. Por lo cual, quiere que le demos lo primero, lo mejor y escogido del fruto del trabajo de nuestras manos.

De igual manera nos enseña que debemos ofrendarle en actitud de adoración (NÚMEROS 28:26); En dicha festividad todos los hombres del pueblo de Israel eran convocados para sostener un tiempo de adoración y comunión con Dios, en donde presentaban su ofrenda en arrepentimiento y confesión de pecados. 

Dicha festividad tiene su máximo y más claro cumplimiento en la resurrección del Señor Jesucristo, la cual aconteció tal como había sido profetizada por la Ley y los profetas, a los tres días después de la celebración de la Pascua, en la Fiesta de las Primicias (LEVÍTICO 23:4-11).Por lo cual Él es declarado las Primicias de la resurrección, de la redención y de toda la nueva creación, en el reino de Dios. 

Nuestra ofrenda muestra el lugar que Dios ocupa en nuestra vida. Cuando le damos lo que sobra mostramos que Dios es poco relevante en nuestra vida, sin embargo, cuando le damos lo mejor de nosotros; nuestro tiempo, esfuerzo, talento, relaciones y recursos, mostramos a Dios cuan valioso y supremo es para nosotros.