El llamado a la mujer de parte de Hashem

Por Cony González

Mucho se ha cuestionado a la mujer en su llamado de servir a Elohim/Dios, pero vemos que el Creador no hace acepción de personas y es por ello que la palabra plasma claramente como Él usó en diferentes tiempos a mujeres con un propósito específico dentro del pueblo de Israel, con roles diversos como la alabanza, gobierno y profecía. En esta ocasión tocaremos el tema de la profecía en Huldah y cómo fue usada por Hashem para hablar a un pueblo que había abandonado la Torah en medio de aflicción, llevando un mensaje de misericordia.

Poco es lo que sabemos de ella, ¿quién es y lo que hacía?

Huldah cuyo nombre significa “topo” o “comadreja”, era una mujer profeta del Elohim Altísimo que vivió en la época del Primer Templo (año 640-609 A.C.) y según el Tanak ella ejercía su don espiritual sin exclusividad tanto en hombres como en mujeres.

En su rol de profeta en Jerusalén Huldah se sentaba entre las dos puertas sur, -las más concurridas- del templo, a las cuales acudían personas del pueblo que pasaban por aflicción, dolor y quebranto en busca de una respuesta a su clamor para el porvenir. Para ello recordaremos que en esta orientación quedaron asignadas las tribus de Gad, Rubén y Simeón, en cuyos nombres se encierra este mensaje.

Gad (buena suerte y /o fortuna) Rubén (He aquí un hijo o mi aflicción) Simeón (Respuesta a la oración)

Las entradas fueron llamadas de Huldah, sellando así la importancia de la mujer en el llamado de Elohim. Las excavaciones en el sitio del Segundo Templo, revelaron que las “puertas de Huldah”, fueron construidas directamente encima de donde originalmente ella se sentaba.

Esta sabia mujer es vinculada con la desesperación que vivió el pueblo en los últimos días del primer templo y la esperanza de la nueva generación arrepentida en espera de la prometida restauración.

El tono femenino de crianza, sensibilidad y compasión hacían de ella una mujer que exaltaba en sus mensajes la misericordia de Hashem.

Es indudable que, debido a la fama, autoridad y sobre todo la revelación divina, era estimada por todos y considerada como una mujer de gran fe, moral intachable y un amplio conocimiento de la Torah, tres puntos muy importantes y claves para que fluya el don de profecía dado por Elohim.

 

El Rey Josías ordenó consultar a YHWH por medio de Huldah, en vez de preguntar a Jeremías (primo de ésta) o a Sofonías, ambos contemporáneos de la profetisa. Quien, al recibir a la comitiva del rey, certificó la autenticidad del rollo encontrado y profetizó la ruina a causa del abandono de la Torah, su mensaje influyó grandemente no solo como respuesta alentadora para el rey, sino para toda la nación de Israel.

Según la tradición rabínica, Josías se dirigió a Huldah en lugar de Jeremías porque pensó que las mujeres estaban más inclinadas a la misericordia de lo que estaban los hombres y por ello la profeta intercedería a Elohim con mayor sensibilidad.

Esta es una clara muestra del llamado que Elohim hace a las mujeres con un rol específico dentro de su plan perfecto para restaurar todas las cosas.