Mantienen viva la lengua de Yeshúa

En las colinas de Galilea, la región exuberante de la Tierra Santa donde Yeshúa creció, los habitantes de la ciudad de Jish son parte de la pequeña comunidad que todavía preserva la lengua que Yeshúa hablaba.

Ellos forman parte de un esfuerzo heroico para mantener viva una tradición a punto de desaparecer de Oriente Medio. “Todavía me emociona mucho cuando escucho arameo“, dijo la profesora de jardín de infancia Neveen Elias. “Cuando rezo en arameo, siento que estoy muy cerca de Yahweh“.

Jish, que está a pocos kilómetros al sur de la frontera de Israel con Líbano, es una ciudad de 3 mil habitantes, donde el 60 por ciento  de la población es cristiana, algo muy raro en la región. El resto es musulmán.

Shadi Khalloul es el hombre detrás de este “avivamiento” del arameo. Él dice que recuerda cómo era más común oír el idioma durante su infancia. Su entendimiento cambió cuando fue a estudiar Teología en una Universidad de los Estados Unidos.

“Mi profesor era católico. Un día nos dijo que Yeshúa hablaba arameo, un idioma que desapareció. Eso me dejó ofendido. Inmediatamente levanté mi mano y dije: Profesor, ese lenguaje todavía existe. Todavía la hablamos y rezamos en ella“.

Khalloul dijo que no culpa al profesor por pensar que el arame estaba muerto. “Tal vez la culpa es de las personas que todavía hablan esa lengua, pues no mostramos al mundo que el arameo todavía está vivo y siendo usado”.

Cuando regresó a Jish, hace 10 años, Khalloul decidió hacer su misión de vida un rescate del arameo. El ex capitán del ejército israelí fundó la Asociación Aramaica Cristiana Israelí.

Él abrió una escuela en Jish, donde la nueva generación puede aprender la lengua. Actualmente, cerca de 120 niños reciben clases de idioma cada semana.

“Estamos haciendo una escuela dominical en la iglesia. Tenemos campamentos de verano en arameo, y también producimos recitales o conciertos en el arameico siríaco”, dijo Khalloul.

Veracidad News.