Persecución bajo Domiciano.

Domiciano al final de su reinado, temiendo que los descendientes del rey de los judíos se sublevaran y algún descendiente de sus reyes los empujara a ello, ordenó que se buscara a los descendientes de David. Por sus espías supo que vivían dos nietos de Judas, el hermano del Señor, e hizo que le fueran presentados, les pregunto si eran descendientes de David, respondiéndole que sí, les pregunto por sus medios de vida, respondieron que no tenían dinero, que juntos poseían un campo que cultivaban, produciéndoles lo necesario para vivir y pagar los tributos. Domiciano les pregunto finalmente ¿en qué consistía el reinado de Cristo y cuándo se realizaría? Le contestaron que el reinado de Cristo no era temporal ni terreno, sino angélico y celestial, que se establecería al fin del mundo, cuando Cristo apareciera rodeado de gloria para juzgar a los vivos y muertos, y dar a cada uno según sus obras. Domiciano al oír tales afirmaciones consideró una manía inofensiva, entre burlas jocosas ordenó que fuesen dejados libres.