¿Qué es la sana doctrina?

Es una enseñanza sana que nos ayuda a alejarnos del pecado y exaltar a Cristo.

Redacción, Veracidad News

Como su nombre lo indica, la sana doctrina, es una enseñanza sana que nos ayuda a alejarnos del pecado y exaltar a Cristo.

En un sentido básico, la doctrina es cualquier clase de enseñanza. La Biblia, por ejemplo, habla de las enseñanzas de los hombres, los demonios y de Dios. Según su definición, la doctrina es la enseñanza del Creador acerca de Él mismo, la cual nos dirige a su gloria.

Dentro de la iglesia, uno de los principales objetivos, es precisamente aumentar la predicación de la sana doctrina; “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina”. Tito 2:1.

De acuerdo con el apóstol Pablo, la doctrina es una de las cosas que más importan para el bienestar del cristiano y de la iglesia. La sana, o “saludable,” proporciona un patrón que, cuando se sigue, promueve la fe y el amor sanos.

Por ello, instruyó a Timoteo acerca de su importancia; “Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros”. 2 Timoteo 1:13-14.

La sana doctrina nos enseña a reconocer que gracias a Dios tenemos vida y todas las cosas existen; “Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de Él”. 1 Corintios 8:6.

Además, nos libra de la falsa enseñanza; “Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene”. Tito 1:10-11.

Sirve a la obra salvadora de Dios dentro de la iglesia. Promueve la gloria del Señor, a dirigir nuestra fe y amor hacia Él, nos permite caminar en su presencia y darle la gloria que merece.

Dios nos ama y en su bondad nos ha dado el don de la doctrina sana para que aprendamos de Él, de su Evangelio, y hacer lo que es correcto ante sus ojos. “Bueno eres Tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos”. Salmos 119:68.