Dios es el creador de los cielos y la tierra (Génesis 1:1), gracias a Él tenemos la bendición de vivir, sin Su gracia nada sería posible.
Ponerlo en primer lugar en nuestra vida es esencial para nuestra existencia, esto también es el primer gran mandamiento, plasmado en el libro de Mateo capítulo 22.
Mateo 22: 36-38: “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?, Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento”.
“Amar al Señor” va más allá de decirlo. La manera correcta de mostrar nuestro amor por el Altísimo es ponerlo por encima de nuestro ego, arriba de nuestros gustos, ambiciones, pasiones, trabajo, amigos e incluso familia, eso sí que es amarlo. Refleja que Cristo es nuestro Señor y está por encima de todo.
Estas son tan sólo algunas áreas de nuestra vida donde Dios debe ser primero:
1.-Mente y Corazón, Romanos 12:1-2: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
2.-Finanzas (Proverbios 3:9 -10). Dios está diciendo: “Dame la primera parte y yo bendeciré el resto”. Como hijos del Señor lo primero que debemos apartar al recibir nuestro salario debe ser El diezmo y las ofrendas para Dios. El propósito de estas acciones es que aprendamos a poner a Dios en primer lugar en nuestra vida.
3.-Intereses: Recuerda que tus intereses personales deben estar en armonía a la voluntad de Dios y honrarlo con ellos.
4.-Tiempo: Hay 86,400 segundos en un día. ¿Cuántas horas le dedica al Señor? Necesitamos usar nuestro tiempo sabiamente. Hacer una cita diaria con el Señor por medio de la oración y al escudriñar su Palabra.
“Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor” (Efesios 5:16-17).
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.
