El pan en las Escrituras no sólo hace referencia a un alimento físico, hecho a base de: harina, trigo, leche, levadura y huevo. Su significado es mucho más profundo de lo que puede percibirse a simple vista.
La palabra “pan” se menciona en repetidas ocasiones entre las páginas de la Biblia, pero ¿por qué es considerado tan importante?
Juan 6:35: “Jesús les dijo: Yo Soy el pan de vida; el que a Mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en Mí cree, no tendrá sed jamás”, (versión Recobro).
A través de este versículo nuestro Mesías nos habla de una verdad sorprendente, Él es el único alimento que necesitamos para saciar nuestra vida espiritual.
Lo que Yeshúa quiere que entendamos es que Él es nuestro sustento, que al igual que nutro cuerpo carnal necesita alimentarse físicamente, también debemos saciar una necesidad aún mucho mayor: “alimentar el espíritu”. Por medio de Jesús podemos fortalecer el alma y traer a nuestras vidas sanidad, por medio de aquel que vino, murió y resucito.
Mateo 4:4: “Más el respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”, (versión Recobro).
El pan material puede quitar por un momento el hambre física, sin embargo, a través de la Palabra sacia nuestra hambre espiritual sin temor a volver a padecer la misma necesidad.
Juan 6: 54-56: “El que coma Mi carne y beba Mi sangre, tiene vida eterna; y Yo le resucitaré en el día postrero. Porque Mi Carne es verdadera comida, y Mi Sangre verdadera bebida. El que coma Mi carne y beba Mi Sangre, en Mi permanece, y Yo en él”, (versión Recobro).
Cabe destacar que en la Escritura dice que Yeshúa es el pan que descendió del cielo y dio su carne por nuestras vidas.
Juan 6:51: “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan vivirá para siempre; y el pan que Yo daré es Mi Carne, la cual yo daré por la vida del mundo”.
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad New
