Aunque no se lo menciona en Hechos, Tito era uno de los compañeros de Pablo, en el cual depositaba mucha confianza. La primera vez que oímos de él es en momentos de la controversia gentil, cuando acompañó a Pablo y a Bernabé a Jerusalén.
Gálatas 2:1: “Después de pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito”.
Sirvió como caso de prueba, puesto que era gentil, pero aparentemente no fue obligado a circuncidarse, Gálatas 2:3: “Más ni aún Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse”.
Tito probablemente acompañó a Pablo en sus restantes viajes, pero no se dispone de información concreta acerca de sus trabajos hasta el momento de la crisis en Corinto. Evidentemente actuó como representante de Pablo en Corinto durante el año que precedió a la confección, con la misión especial de organizar la recolección de la ofrenda allí. La tarea quedó inconclusa, porque Pablo le pide a Tito que vuelva a Corinto a completarla.
2 Corintios 8: 6: “De manera que rogamos a Tito que tal como comenzó antes, asimismo acabase entre vosotros también esta gracia”.
Una tarea más delicada fue la de suavizar la tensa situación que había surgido entre Pablo y los corintios, tarea que claramente requería un hombre de mucho tacto y fortaleza de carácter. Parece haber tenido una personalidad más fuerte que Timoteo , y poseía habilidades como administrador.
Tito llevó una carta de Pablo a los corintios, que posteriormente se perdió, carta en la que el apóstol los reprendía con gran angustia de corazón por su actitud arbitraria y altiva. Finalmente, Tito volvió a unirse a Pablo en Macedonia con buenas noticias, y como resultado se escribió 2 de Corintios.
El apóstol Pablo lo describe como “compañero y colaborador, que jamás se hubiera atrevido a aprovecharse de las personas confiadas a su cuidado.
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.
