Veracidad News – ¿Dios permite los terremotos?

Son el resultado de los movimientos entre las placas tectónicas.

Redacción, Veracidad News

Los terremotos, sismos o también conocidos como temblores, son el resultado de los movimientos entre las placas tectónicas.

El planeta tiene una capa externa de rocas, conocida como corteza terrestre, la cual, a su vez, está formada por placas rocosas conocidas como placas tectónicas, mismas que al flotar en el manto basáltico de la tierra, se mueven. La presión, fricción, choque o superposición entre ellas libera bruscamente una inmensa cantidad de energía elástica en el interior y superficie de la tierra en forma de ondas sísmicas, las cuales producen los terremotos.

Ésta, es la explicación que brinda la ciencia; sin embargo, tiene un significado mucho más profundo, por supuesto, el que Dios brinda; “Sea la gloria de Jehová para siempre; Alégrese Jehová en sus obras. Él mira a la tierra, y ella tiembla; Toca los montes, y humean”. Salmos 104:31-32.

La Biblia nos enseña en el Antiguo Testamento que el Señor envía estos fenómenos como muestra de su enojo a causa del pecado; “La tierra fue conmovida, y tembló, y se conmovieron los cimientos de los cielos; se estremecieron, porque se indignó Él”. 2 Samuel 22:8.

En el Nuevo Testamento, específicamente en el libro de Hechos, se relata un ejemplo de esto, cuando Pablo y Silas estaban presos en Filipos; “Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron”. Hechos 16:26.

Uno de los objetivos de dicho sismo, fue que el carcelero y los demás presos creyeran en el Mesías; “Y sacándolos, les dijo: Señores, ¿Qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”. Hechos 16:30-31.

Cuando Yeshúa murió, también se presentó un terremoto; “Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron”. Mateo 27:51. Este hecho, de igual forma sirvió para que supieran quien era Él; “El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, al ver el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios”. Mateo 27:54.

El Señor nos enseña que estos fenómenos son parte de las señales de los últimos tiempos; “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores”. Mateo 24:7-8.

En la actualidad sigue permitiendo eventualidades como los sismos para que los incrédulos puedan ver que Dios y su Palabra son reales. “A la presencia de Jehová tiembla la tierra, A la presencia del Dios de Jacob”. Salmos 114:7.