El poder de la oración

Del latín oratio; etimológicamente es una expresión oral, es decir, que debe expresarse con el lenguaje. Aunque hay varios tipos de oración, y no siempre se expresa con un lenguaje de palabras, tanto verbales como mentales, también puede expresarse a través de gestos como los bailes.

Aunque la oración nos ayuda para pedirle a Dios lo que nos hace falta, esta misma, se debe hacer por lo que realmente necesitamos “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”. Mateo 6:7-9

El hombre ha sido creado para glorificar a Dios; a través de la oración se le da gloria, “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”. Mateo 21:22

Normalmente para orar se necesita un clima de recogimiento, silencio y soledad interior para facilitar la unión con Dios; “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso”. Colosenses 4:2-3

Y el orar también nos puede traer grandes satisfacciones incluso en situaciones complicadas como lo describe el versículo Santiago 5:15 “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”.