De acuerdo con las Escrituras, la palabra genealogía, se refiere a una lista de antepasados indicando la continuidad entre las diversas generaciones, o, a una búsqueda de los orígenes de tal o cual persona o cosa.
Génesis 2:4: “ Éstas son las generaciones de los cielos y de la tierra cuando fueron creados. Cuando Yahweh hizo la tierra y los cielos”.
Mateo 1:1 : “Libro de la genealogía de Yeshúa , hijo de David, hijo de Abraham”.
Entre los hebreos, al igual que en otras naciones del Oriente Medio, se consideraba que los pueblos se desarrollaban como familias que iban creciendo, partiendo del padre, bajando luego a los hijos, los nietos, etcétera. Así, aparecen en la Biblia varias listas de nombres que informan del origen de naciones, tribus, familias e individuos, etcétera.
Cuando se presentó el retorno del exilio babilónico, el asunto de los registros genealógicos tomó mayor importancia. Sobre todo, había que definir quiénes pertenecían a la clase sacerdotal, a las otras familias, etcétera.
Algunas personas no pudieron probar su genealogía y fueron puestas aparte hasta que hubiese sacerdote para consultar.
La genealogía en Lucas 3 incluye los antepasados de Yeshúa hasta Adán, Lucas 3:23 “Yeshúa mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años hijo, según se creía de José , hijo de Elí”.
La función de la genealogía es realmente importante, porque mantiene la solidaridad de numerosas personas en distintos lugares o tiempos. Lo hace conservando, transmitiendo las relaciones de sangre y familia.
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.
