¿En nuestras fuerzas o en las de Dios?

Como cristianos debemos reconocer a Dios como nuestra fuente de fortaleza antes que cualquier persona, cosa o método. Ya que su fuerza no solo es física sino también espiritual y moral, y muchas veces, el desgaste interior es más pesado que el desgaste físico. SALMOS 118:8 “Mejor es confiar en el Señor que confiar en el hombre”.

REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.

Proverbios 3:5-8. “Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar. No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al SEÑOR y aléjate del mal. Entonces dará salud a tu cuerpo y fortaleza a tus huesos.”

Todos en algún momento de nuestra vida hemos pasado por situaciones difíciles en las que perdemos el ánimo y la fuerza. 1 SAMUEL 2:9 “Porque nadie será fuerte por su propia fuerza”.

Como cristianos debemos reconocer a Dios como nuestra fuente de fortaleza antes que cualquier persona, cosa o método. Ya que su fuerza no solo es física sino también espiritual y moral, y muchas veces, el desgaste interior es más pesado que el desgaste físico. SALMOS 118:8 “Mejor es confiar en el Señor que confiar en el hombre”

El actuar en nuestras fuerzas es ir en contra de la naturaleza de Dios, es ir en contra de la esencia de Dios, porque Él nos creó para estar ante su presencia y bajo su gloria.

Vivir en las fuerzas de Dios es hacer lo que nos ocupa diariamente siempre bajo dos premisas fundamentales:

La primera, haciendo las cosas siempre bajo la voluntad de Dios, amando, respetando, sin murmuraciones, sin robar, sin engañar. La segunda, haciendo las cosas lo mejor que podamos, porque es para Dios, y porque somos testimonio de Él. Pero, sobre todo, nos hace vivir en fe, y en humildad.

Ahora bien, vivir en nuestras fuerzas nos hace vivir en afán, en ansiedad, en aflicción, nos hace vivir en temor, por la incertidumbre de lo que vendrá, y nos hace vivir con miedo a la pobreza, con miedo al fracaso y a la enfermedad.

Por ello, se hizo un sondeo en el ministerio “Camino y Vida”, para conocer las respuestas de los hermanos, a cerca del tema ¿EN NUESTRAS FUERZAS O EN LAS DE DIOS?

Si tomamos decisiones fuera del consejo de Dios, nos movemos por nuestra propia carne, y por nuestras propias fuerzas, no por las de Dios.