¿Por qué no debemos celebrar el día de muertos?

El Día de muertos es una fiesta celebrada en México y en diversas partes de Latinoamérica. Esta “celebración” existe en conexión con las fiestas católicas que caen en el 1 y 2 de noviembre.

En el Día de los Muertos, más exactamente llamado el “culto a los muertos,” los amigos y familiares de los fallecidos se reúnen para orar por ellos y llevar a la tumba del difunto sus comidas favoritas, a menudo incluyendo las tradicionales “calaveras de azúcar ” y el “pan de muertos.” Se crean altares privados en honor de los difuntos y se dan homenaje a ellos.

Los orígenes de esta fiesta han sido trazados hace miles de años a un festival azteca dedicada a una diosa llamada Mictecacihuatl (señora de las personas muertas).

Aunque muchos de los que celebran el Día de los Muertos se llamen asimismo seguidores de Yeshúa, no hay nada que agrade a Dios en tales prácticas.

La fuerza que impulsa a la gente a participar en este evento impío es la falsa idea de que, por medio de sus rituales y prácticas, ellos pueden comunicarse con sus familiares difuntos, que ellos creen que participan en estas ceremonias.

Esto simplemente no es verdad. De acuerdo con la Palabra de Dios esto no es correcto. En el Día de Muertos, cada celebrante que invoca las almas de los difuntos se involucra en un pecado abominable.

Deuteronomio 18:10-12: “No se hallará en ti quien haga pasar a su hijo o hija por el fuego, ni quien practique la adivinación, ni la agorería, ni el sortilegio, ni la hechicería, ni sea encantador, ni quien consulte al espíritu de un muerto o al espíritu familiar ni consulte a los muertos. Porque es abominación para con Yahweh cualquiera que hace estás cosas; y por estás abominaciones Yahweh tu Dios desposee a estas naciones delante de ti”.

Sólo Uno es digno y lo suficientemente poderoso como para llamar a los muertos; Él llamará a estos a la resurrección de vida o juicio.

Juan 5: 28-29: “No os maravilléis de esto; porque vendrá la hora cuando todos los que están en sepulcro oirán su Voz y saldrán; los que hicieron lo bueno, a resurrección de vida, y los que practicaron lo malo, a resurrección de juicio”.

En conclusión, El día de los muertos está en contra de La Palabra de Dios, la cual es sinónimo de verdad. Como tal, se debe evitar como una manifestación más de las mentiras de Satanás, que ronda “como león rugiente.

Pedro 5:8: “Sed sobrios y velad Vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.

Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News,