Ser hospitalario es sinónimo de amabilidad, de acoger con cariño a nuestros invitados y a quienes nos rodean. La palabra griega “hospitalario” (philoxenon) indica un amor por los extraños. Pero ¿qué dice la biblia con respecto a este tema?
Nuestro Señor a través de las Escrituras nos enseña que ser hospitalarios es una cualidad que ayudará a fortalecer nuestra relación con quienes no rodean, en realidad es un llamado de Dios para todos los creyentes.
En la antigüedad no existían hoteles o un lugar donde hospedarse con tanta facilidad como lo es hoy en día, se esperaba que los cristianos extendieran hospitalidad a otros viajeros creyentes o predicadores. Ellos los alimentarían y les proveerían un lugar limpio para dormir.
También el discípulo de Jesús Cristo, Pedro por medio de sus enseñanzas exhortaba a quienes lo escuchaban a ser hospitalarios, sin prejuicios y condiciones.
1 Pedro 4:9: “Hospedaos unos a otros sin murmuraciones”, ( versión Recobro).
Ser hospitalarios nos permite conocer mejor a nuestros hermanos, brindar efecto, darles la mano cuando más lo necesitan, lo que traerá a sus vidas tranquilidad y a nuestros corazones paz y gozo.
El autor de Hebreos dice, que no olvidemos mostrar hospitalidad. Hebreos 13:2: “ No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”, ( versión Recobro).
Cabe destacar que nuestro Mesías también recibió hospitalidad por una mujer llamada Marta quien lo acogió en su hogar.
El extender hospitalidad es una respuesta amorosa a la necesidad de refrigerio y abrigo del forastero. Todos deberíamos ser hospitalarios gracias al ejemplo que el Altísimo nos ha dado a través de su amor y misericordia.
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.